El lado oscuro de Barthes

Por Pablo Toblli | Cuando una persona se enteró que estaba a punto de morirme, apareció después de meses de ausencia a decirme que si yo quería podíamos intentar algo de nuevo, es decir, volver a estar juntos. Me lo decía de pena, y era mentira, pero de esto me di cuenta al otro día: el sentido diáfano seguía escapándose y la niebla del cuarto aquella noche le hacía de eficaz escenario, ahora como lo leo en Prisionero sin horizonte , en un poema de Apollinaire, aunque yo haya sentido aquella atmósfera con un tono más asfixiante que la del poema, y eso me haga cambiarle algunos versos que no voy a cambiar: Prisionero sin horizonte / Oigo los ruidos de la calle / Y veo sólo un cielo hostil / Y el blanco muro de mi cárcel / Huye la tarde en mi prisión / Una dulce lámpara arde / Estamos solos en mi celda / Bella luz razón adorable. Ahí estaba de nuevo, manoteando en la oscuridad blanca un sentido bueno que creía que se iba a construir de a dos: absoluto, unívoco, infranqueable. Las ...